Este estudio monocromático explora una nueva paleta, la de las rosas, haciéndose eco de la estación primaveral en la que nacerá. Bajo un título con toques ligeros, “Rose Bonbon”, la superficie del lienzo se transforma en materia terrestre. Tierra quemada con grietas sutiles , evoca una vista del cielo, animada por pigmentos naturales de gran intensidad.