Estos paisajes monocromos, abstractos e intrigantes, parecen ser el resultado de una imaginación sin límites. A partir de pigmentos puros, el azul adquiere aquí una intensidad muy particular y permite a Philippe Pastor declinar la integralidad de su lenguaje plástico a la vez que avanza hacia espacios inexplorados, cada vez más singulares y sorprendentes. El azul, un color de gran connotación, está más presente en su obra hasta el punto de animar al artista a acercarse al género clásico de lo sublime: la experiencia de la naturaleza se vuelve más existencial y subjetiva. A partir de ahí, la dimensión ecológica se encuentra en primer lugar en la relación emocional que Philippe Pastor pretende establecer entre el espectador y la representación. Esta serie es una referencia directa a la contaminación marina, a los numerosos daños a los ecosistemas marinos resultantes de las actividades humanas.

Alexandra Marini, Extracto del libro “PASTOR”, 2017